sábado, 26 de marzo de 2011

Tan pero tan contenta

Gracia,

Eres una niñita tan pero tan contenta.
Te ríes mucho y sonríes todo el tiempo. El año pasado en tu sala del jardín te decían "Smiley" y no has cambiado en eso para nada.
Todo te parece divertido, cuando no juegas con la Clara inventas juegos y te ríes sola.
Te ríes cuando comes alguna comida rica, cuando escuchas una canción que te gusta y cuando te tomamos en brazos. Y para qué decir cuando te hacemos cosquillas!
Con el papá y conmigo chacoteas sin parar. Ahora te gusta correr y gritas "running!" y corres como pinguinito muerta de la risa, con los rulos que se te vuelan y tratando de correrte el pelo de la cara.

De Gracia

Eres una monita divertida y cada día más exquisita. En el jardín has aprendido las partes de la cara y en la mañana te gusta practicar: "eyes" y nos metes el dedo en el ojo sin piedad, "nose" y nos agarras la nariz, "ears" y tratas de buscar las orejas. Cuando te lo hacemos a ti te mueres de la risa y muestras tus mini dientes de ratón. Eres deliciosa!

Mornington peninsula

Gracia,

Hace un par de semanas hicimos el último camping de la temporada en Rosebud, en Mornington Peninsula. La playa era muuuuuy tranquila, casi una tina, perfecta para ti y la Clara.

De Clara

Estabas muy contenta jugando en la arena con el papá, que estaba medio disfrazado con su gorro chino. La playa tenía mini casitas de colores en las que la gente guarda cosas de playa, parecían casas de muñeca.

De Clara

Después de acostumbrarte a la playa partiste a explorar el agua tú sola ¡qué valiente!

De Clara
Después jugaron mucho con la Clara, y lo pasaron tan bien que no querían volver a comer. Definitivamente vamos a volver el próximo verano.

Koalas y pinguinos

Gracia,

Con tu papá decidimos que antes de que termine el verano teníamos que ir a Phillip Island, una isla que queda a un par de horas de Melbourne donde hay una reserva de Koalas y muchos, pero muuuchos pinguinos.

Primero fuimos a la reserva de koalas y pudimos verlos muy de cerca, casi todos durmiendo y un par despiertos comiendo hojas de eucaliptus. Estos animales duermen 17 horas al día aprox, pero no porque sean flojos (lo que es discutible) sino porque su dieta es baja en calorías (sólo hojas de eucaliptus) y no tienen energía sufuciente para estar despiertos más tiempo.

Miren el koala!!!! De Gracia

Como dijo tu papá ¡son tan flojos que ni siquiera les da para buscar comida nutritiva un poco más allá del árbol en el que están durmiendo! Flojos o no, la verdad es que son preciosos y te encantó verlos.


Koala ahorrando energía, ji ji De Gracia


En la reserva de los koalas con la Clara De Clara


Después de los koalas fuimos a , una puntilla donde se supone que hay focas ¡y digo se supone porque no vimos ninguna! Pero el lugar era precioso y tenía una cueva que se llamaba cueva del dragón, porque el mar entraba y sonaba como rugido, por suerte no te dio susto como con el dragón del año nuevo chino.

Mirando el paisaje con la Clara De Gracia


La cueva del dragón De Gracia

Finalmente, terminos viendo la "penguin parade" que es cuando los pinguinos salen del agua y se van a acostar en sus nidos en la arena. Estos pinguinos se llaman "little penguins" porque no crecen más de 30 cm y son más azules que negros.
Como acá todo es taaaaan organizado, hay un tremendo visitor´s center y tarimas donde la gente espera que salgan los pinguinos del agua, en grupos de 8 ó 10. Cuando terminan de salir las personas se devuelven caminando por unas pasarelas sobre la arena para mirar cómo se van a sus nidos. Tú y la Clara no podían más de emoción viendo tanto pinguino con sueño, lo único malo es que no se podían sacar fotos (buuu). Cuando los pinguinos se fueron a dormir tú y la Clara estaban agotadas porque ya eran como las 9.30 pm, así que nos fuimos a la casa contentos y con un imán de pinguino para el refrigerador con el que juegas todos los días y al que le dices "pino".


De Clara

A toda velocidad

Gracia,

Te encanta andar en tu moto verda y en el monopatín de la Clara. Ahora que estás más grande te parece que caminar es lento, entonces has descubierto las ventajas de los medios de transporte.
El problema es que en nuestra casa terminas dando vueltas en redondo porque no es taaaan grande. Por eso, cuando vamos al museo - que es gigante - con tu moto y el monopatín de la Clara lo pasan increíble. Lo mejor de todo es que el suelo es muy liso (nada que ver con la alfombra de la casa!) y nadie dice nada porque ustedes van a toda velocidad.
El problema es que me faltan manos para llevarlas a ustedes dos más la moto y el monopatín, sobre todo porque invariablemente terminamos llevando sus "vehículos" en la mano cuando se cansan, así que tenemos que ir con el papá .

En monopatin en el Melbourne Museum
De Gracia

Las muñecas van de paseo!
De Gracia


Como el monopatín es más difícil la Clara y tú pelean un poco por la moto, pero aunque a veces se enojen terminan siempre chacoteando como en esta foto.

Tu vestido de princesa

Gracia,

Ya estás tan bonita y tan grande. Caminas muy bien, corres como pinguino y comienzas a hablar tus primera palabras en inglés y castellano.
Dices Daddy Daddy cada vez que llego. Corres a buscarme y me abrazas. Eres increíblemente rica.
Tomas leche como ternerito y siempre te repites pidiendo "moo" o "more". Dices cookie, leccch o leche (a veces dices "mik" por milk), y dices "yech" en vez de yes.

Este vestido te lo regaló tu abuela Isa y lo trajo Manolo o "Nolo".
De Gracia


Todavía te queda un poco grande, pero te gustó mucho y te ves preciosa!

De Gracia


De Gracia

Feliz año del conejo

Gracia,

Llegó el año nuevo chino! Y hubo una gran celebración en el centro de la ciudad a la que fuimos con tu papá, la Clara, mi amiga Marianne que estaba de visita y mi amiga Bei, que es compañera mía en la universidad y - muy importante - es china.
Primero partió con una aburrida serie de discursos en chino (!!!) que por supuesto no entendimos para nada y luego, cuando las distinguidas autoridades decidieron callarse, empezó el desfile del dragón. Una larga fila de gente vestida con trajes chinos llevaban varios dragones enormes que se movían al ritmo de una música con muchos tambores.

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Por supuesto el dragón favorito de la Clara fue "el pink".




Después hubo más bailes con dragones, otros con leones, y muchos, pero MUCHÍSIMOS petardos, que acá les dicen firecrackers y se queman para (cita textual) "espantar a los demonios del año anterior" ¡Justo lo que necesitamos! Como si el ruido hubiera sido poco había un escenario con unas señoras cantando algo que sonaba como ópera china que, según la Bei, a ningún chino que tenga menos de 70 años le gusta (ji ji).

Quisimos mostrarte el dragón de cerca pero no te sentiste demasiado cómoda....



La Bei intentó animarte, pero el resultado fue peor.... y para qué decir la Clara!

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Concluimos que los dientes puntudos no eran amigables y decidimos seguir paseando.
Cuando nos cansamos del ruido de los petardos y la ópera nos fuimos a Southbank, al lado del río, donde había una gran feria china. En ese lugar había muchos puestos con comida, adornos tipo feng shui y, como es el año del conejo, unos horribles posters de conejo con mucho rojo y dorado que todo el mundo compraba - incluida la Bei - porque da buena surte... de más está decir que con tu papá decidimos tener un poco menos de suerte pero resguardar la armonía visual.
Además de todo eso había un gran escenario donde había más bailes de dragones y leones y un hombre que se cambiaba máscaras muy rápido mientras bailaba ¡Buenísimo! Por suerte las señoras que cantaban ópera no llegaron.
Después de tanta celebración tú y la Clara estaban cansadas y decidimos volver a la casa dispuestos a inaugurar felices el año del conejo.

Helado

Gracia,

Estas últimas semanas has hecho un GRAN descubrimiento: El helado.

Todo empezó un día en que fuimos en la tarde contigo, tu papá y la Clara a Lygon St., muy cerca de nuestra casa, donde hay muchas heladerías porque es el barrio italiano. A la tercera heladería que pasamos decidimos comprar helado.... y tu vida cambió para siempre. A la Clara le compramos un barquillo chiquitito y pensamos que tú podrías compartir el helado con nosotros, el resultado fue que comiste más que nadie.
En vista de tanta felicidad fuimos a comer helado otro día después del Jardín Infantil, igual que la vez anterior yo compartí mi helado contigo porque sigo pensando que con un cono para tí terminarías con el helado en cualquier parte menos en la boca. Apenas terminabas de tragar el helado que estabas comiendo gritabas a todo pulmón ¡am! y ¡mo!, que quiere decir "more".
Ese día hiciste tu segundo gran descubrimiento: El barquillo. Y fuiste enormemente feliz.

Desde entonces vamos a veces a comer helado y, dado que los conitos de niño son muy chicos para tí y la Clara, compramos un enorme helado para ustedes y lo dividimos en dos platitos que se devoran muy alegremente con las cucharitas de la heladería ¡Qué felicidad!